domingo, 27 de febrero de 2011

Cuidado con los cangrejos



A quienes no me acompañaron en el camino,
Con afecto
El Autor

Nadie está exento de sufrir un revés en el área emocional, social, laboral o económico. Todos, independientemente de nuestro género, raza o condición social, estamos sujetos a vivir situaciones y contratiempos que afectan nuestras emociones. Es entonces cuando debemos encontrar la motivación, para impulsarnos a experimentar cambios, que nos lleven hacia otros caminos.

Pero, ¿qué es lo que hace que, para algunos, se haga tan difícil salir de estas situaciones? La historia que sigue, nos ilustra acerca de una de las muchas respuestas frente a este interrogante: Un pescador esperaba pacientemente en la playa a que los peces picaran su anzuelo, y vio a lo lejos a un hombre, entrado en años, que se disponía a capturar cangrejos.

Con destreza, aquel hombre metió sus pies al agua donde las olas se estrellaban con la roca, y tomó en el primer intento un cangrejo, en lo que parecía iba a ser una muy buena faena. El hombre llevó el cangrejo a un lugar seguro, lo introdujo en una olla, le colocó una tapa, sobre ella un coco seco y volvió al agua.
El pescador lo siguió en su tarea, viendo cómo tomaba el segundo cangrejo, y volvía al lugar donde estaba la olla, destapándola, para depositarlo en ella.

Pero, esta vez notó con asombro cómo aquel hombre no había tomado la precaución de taparla, con dos cangrejos vivos en el fondo. No salía del asombro, cuando vio regresar al hombre con dos cangrejos más que fueron depositados en la olla que nuevamente quedaba sin tapa.

Llevado por la curiosidad, el observador se acercó al hábil pescador de cangrejos, diciéndole: “Señor, he visto cómo usted ha capturado cangrejos vivos y los ha ido depositando en la olla, pero he visto también que cuando había solo un cangrejo en ella, usted tomaba la precaución de taparla, colocando, incluso, un coco seco encima, pero cuando echó dos o más no la tapó.¿No cree usted que se puedan escapar? 
A lo que aquel hombre respondió: “Llevo muchos años capturando cangrejos, la experiencia me ha enseñado, que cuando hay un solo cangrejo, podría escaparse fácilmente si no tomo precauciones, pero cuando hay dos o más, cada vez que uno de ellos quiera escapar, los otros lo tomarán con sus pinzas y lo devolverán al fondo”

En nuestro diario vivir nos topamos con todo tipo de personas, y en momentos difíciles, cuando decidimos emprender un nuevo camino, fijarnos nuevos rumbos, nunca faltan quienes con su pesimismo nos apaguen esa luz de esperanza, y nos obliguen a permanecer en “el fondo de la olla”.

Ante circunstancias adversas, necesitamos mantenernos firmes, sacar a flote nuestra automotivación, entereza y criterio, para no dejarnos convencer ni amilanar de los cangrejos, que aunque no quisiéramos ver, abundan por doquier. 

Tomado del libro "Un buen Final, un Gran Comienzo"