Cuando se tiene la feliz oportunidad de visitar el sur de la Guajira, no deja uno de sorprenderse. Hato nuevo, Orejanal, Papayal, Barrancas, Fonseca y San Juan, hacen parte de ese territorio , que durante años recibieron (y aún reciben) los beneficios de las regalías de la explotación del carbón. En esta oportunidad, el motivo de visita era el de llevar parte del diplomado "Desarrollo de Habilidades Organizacionales para Equipos de Alto Desempeño" organizado por la Caja de Compensación Familiar de la Guajira COMFAGUAJIRA, para los funcionarios del INFOTEP San Juan.
Quien nunca ha recorrido esta vía se sorprende con el comercio de Gasolina venezolana, que pareciera entrar libremente por la frontera, en un sistema de supervivencia, que aglutina familias completas, que derivan su sustento de este contrabando, y que recuerda las épocas del "Almirante Padilla" la histórica fragata que llego a Puerto Lopez..."Alla en la Guajira arriba, donde nace el contrabando, el Almirante Padilla llego a Puerto Lopez y lo dejo Arruinaooo...."
Debo decir en honor a la verdad, que no me sorprendió el acogedor recibimiento de Sanjuaneros y Sanjuaneras... Ya había sentido ese calor humano, cada vez que visito la Gujaira, lo que sin duda no me deja de impactar, es ver el progreso de esas tierras, su infraestrucutura urbana, su organización, y en esta oportunidad, especialmente sus hermosas viviendas. construidas con un muy buen gusto arquitectónico, modernas, amplias, y como siguiendo un acuerdo ciudadano, impecablemente blancas.
Transportándome en los ya emblemáticos motocarros, recorrí muchas veces las calles, tanto como el compromiso laboral me lo permitía en un improvisado "city tour" en el que el conductor, no dejaba de hablar sobre las bondades de vivir en su querida San Juan. Uno de estos recorridos, me llevó a un desayunadero, en el sector comercial, desde donde muy temprano, nativos y visitantes, disfrutan de las delicias gastronómicas de la población... Allí pueden encontrarse, arepas de huevo, arepuelas, carne asada, panza, chuletas de cerdo, chivo asado entre otros manjares, que a un mortal como yo no le dejan otra opción que ceder ... No confieso mi "pecado gastronómico" , pero créanme que me dejo como para reposar un par de horas... las que obviamente no tenía, había que llegar al lugar de la cita, para continuar con la capacitación.
Queda el recuerdo de ese grupo de funcionarios del INFOTEP, quienes me hicieron sentir que vale la pena seguir. A ellos mi mayor agradecimiento, y un fuerte abrazo
Ya en casa, viendo las fotografías que hoy comparto con ustedes (mis queridos lectores), no puedo esperar regresar a esas hermosas tierras del sur del departamento de la Guajira... Tierra de bendición.
Acomodado en el "Motocarro" |
Las amplias avenidas de San Juan |
Quien se abstiene a semejante tentación |