lunes, 2 de agosto de 2010

A la carga!!!



Siéntate, camina o corre, pero no vaciles
Proverbio Zen

El rinoceronte, ese gran mamífero que se caracteriza por su fuerza y agresividad, alcanza en la edad adulta mas de una tonelada de peso, y su piel es una coraza de hasta cinco centímetros de espesor. Su fuerza arrolladora es solo comparable con la de un elefante, o la de su primo el hipopótamo, y para muchos naturistas tiene el mismo olfato previsor e infalible que el lobo. Pero su característica principal es la capacidad de pasarse muchas horas del día embistiendo: embestir es su razón de ser, su gruesa piel lo protege de golpes y rasgaduras, y si una bala llegara a atravesarla, llegando a su corazón, el valeroso animal sigue siempre "a la carga", hasta el último hálito de vida, y muere embistiendo.
¿Podremos aprender algo de este habitante de las estepas del África Salvaje? Alexander Scott, autor del libro "El Rinoceronte" , invita a través de un símil cargado de buen humor a subir nuestra autoestima y creer en nosotros mismos, a colocarnos objetivos y metas y alcanzarlas paulatinamente y , como el rinoceronte, ir siempre a la carga cuando se trata de alcanzar nuestros sueños.
En nuestro diario vivir, debemos ser flexibles con las circunstancias, pero nunca abandonar nuestras metas, mantenernos sanos, cuidar el cuerpo y la mente, vencer el miedo de enfrentar una sociedad cada vez mas extraña. Aprender de los fracasos, levantarnos con coraje de cada circunstancia difícil, pero sobre todo, no perder la mirada de nuestras metas, para ir a la carga como el rinoceronte, hasta conseguirla, y cuando cumplamos una meta, ir por la otra. esa es la opción de los ganadores. Se trata de no perder el enfoque, y entender que solo cuando nos concentramos en los objetivos, sin desviar la mirada, estamos en el camino que nos llevará a cumplir nuestros sueños.
Una buena opción es investigar que tan lejos podemos llegar por nosotros mismos y retarnos continuamente, experimentar emociones, haciendo lo que nunca nos habíamos atrevido a hacer, siempre y cuando esto no haga daño a los demás y a nosotros mismos. Muchos son los cazadores, que con sus balas querrán atravesar nuestra coraza, pero, como el aguerrido rinoceronte, debemos continuar nuestra embestida , hasta el último aliento. esa es la característica principal de los ganadores, y usted, amigo lector, puede hacer parte de ese club. le aseguro que su membresía lo convertirá en un cumplidor sistemático de metas, porque solo quienes tienen arrojo y valentía de campeón podrán ver cumplidos sus sueños.

Tomado de libro " Un buen final, un gran comienzo" Pag. 55

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